HOUSTON – El Centro Comunitario Annam busca mejorar y a asistir a la comunidad local en el noroeste de Houston mientras continúa la pandemia de COVID-19. Establecida el 15 de Agosto del 2000, esta organización sin fines de lucro 501 (c) (3) tiene como objetivo mejorar y promover condiciones de vida saludables para las familias de bajos ingresos, particularmente con respecto a las personas de la tercera edad y las minorías.
Inicialmente, el Centro se estableció para asistir con necesidades de los adultos mayores vietnamitas que no hablaban inglés. Pero a medida que las necesidades de la comunidad fueron cambiando a lo largo de los años, Annam se ha dedicado a ayudar a la población hispana en la comunidad. El centro actualmente atiende a diferentes grupos étnicos de los cuales el 80% son hispanos, 10% asiáticos, 5% afroamericanos y 5% de otros grupos étnicos.
Annam CDC no podría lograr sus objetivos sin la asistencia dedicada de más de 100 voluntarios que ofrecen incansablemente su tiempo y talento. El Centro también colabora con entidades gubernamentales locales, estatales y federales, así como con tiendas de comestibles vecinas para servir a su comunidad.
Annam es una organización que se siente orgullosa de ser parte del Banco de Alimentos de Houston, y se considera uno de sus sitios oficiales de distribución masiva de comida durante el CODVID-19. El Centro distribuye vegetales, frutas, legumbres, proteínas y productos lácteos, a cerca de mil familias en sus ferias de alimentos que se llevan a cabo dos veces por semana.
En este momento, el Centro ha aumentado su volumen de distribución de alimentos, lo que resulta en una mayor necesidad de voluntarios con habilidades en gestión o disposición para ayudar físicamente en sus operaciones diarias. Con su gama de calificaciones y antecedentes, el Centro ha podido reunir un equipo diverso de voluntarios a lo largo de su existencia. “Es mucho trabajo registrar a las familias, descargar los camiones del Banco de Alimentos de Houston y organizar los envíos”, dice un voluntario “… pero todo vale la pena”.
El Centro tiene un estacionamiento para alrededor de 100 vehículos. En este espacio limitado, se ha vuelto bastante 
difícil para los camiones grandes maniobrar. Este problema se está volviendo tan grave que los miembros de la comunidad a menudo se ven obligados a esperar en sus vehículos en la calle afuera de las puertas del Centro.
El centro está en operaciones utilizando las mejores precauciones de seguridad disponibles, establecido por los funcionarios locales de salud pública. Se ha adoptado un plan de diseño, muy similar a una operación de línea de montaje, para proteger a nuestros voluntarios y miembros de la comunidad.
“Como nuestra comunidad depende cada vez más del apoyo durante estos tiempos inciertos, el Centro espera servir como un símbolo de recuperación y esperanza”, dice Joseph Do, Director Ejecutivo.
